Cosechando nuevas caras (Libre)

Espero entonces a que el otro le respondiera, tratando de aguantar los espasmos que su cuerpo recibía cada uno acumulándose en su vientre, en su pecho sentía que explotaba pues su corazón golpeaba con tanta fuerza que casi podía jurar que le atravesaría, escuchando atentamente cada palabra, cada gesto… Estremeciéndose, crispando su cuerpo con cada beso recibido y a los que el mismo respondía con gusto, con esa sonrisa adorable en su rostro; un brillo especial también crecía en él, todo por el momento era agradable realmente deseándole…

-Entonces hazlo… yo por esta noche no seré un rey, o alguien importante, solo deseo ser tratado como alguien normal, que… también me dejes disfrutar de estar contigo... mi.. mi caballero…-dijo de forma casi amorosa, comenzando a imaginar lo que vendría después, relajando su cuerpo para comenzar a recibir de nuevo esas atenciones, estremecerse con ellas, su cuerpo se movía a su ritmo como si de su sombra se tratará, besando con ganas aquellos labios a los que ya se había acostumbrado, amoldándose a ellos –Gracias… muchas gracias por este momento…-apenas alcanzo a musitar pues un nuevo gemido lleno aquella habitación, por la ventana un fuerte viendo se coló rodeándolos… acariciando sus pieles candentes todo gracias a esas atenciones del otro.
Sobre la cama su cuerpo se acomodo suavemente, abriendo sus piernas un poco más, apretando su espalda una de sus manos se coloco sobre su rostro, cubriéndolo suavemente –AAhhh!...-no pudo evitar esta vez contraerse, su entrada apretarse nerviosa se sentía exquisito pero aun los nervios le embragaban del todo clavando su mirada sobre el de cabellos rojos, para de alguna manera seguir sus actos, asintiendo a cada una de sus palabras, sus peticiones, entregando su cuerpo voluntariamente…

Gran sorpresa la que se llevo al momento de ver sus piernas alzadas, se sentía tan terriblemente vulnerable, él alguien que no debía mostrarse de esa manera un grito ahogado le siguió, sintiendo como de nuevo toda su anatomía se tensaba, suspirando entrecortado –Mmm…es.. es tan extraño… mm…-todo en él gritaba en deseo por el fuego pasional de su amante….

El joven soberano ya no aguantaría demasiado, su cuerpo pedía liberación, su miembro completamente erecto, lleno de esa semilla caliente que ya amenazaba en salir, humedeciendo la punta de su miembro, aquel cuerpo que seguía moviéndose a placer del otro, siguiendo a placer por sus caricias –Mmm... Annen… ya no puedo…-declaro entrecortado junto con miles de gemidos mas, todos de manera cálida tierna como esa inocencia que hasta ahora le caracterizaba y estaba entregando a ese hombre de cabellos pelirrojos.

Cada lamida en su cuerpo era un nuevo estremecimiento un escalofrió que le recorría por completo todo el cuerpo, y que le hacía simplemente gemir con más fuerza, llenar aquella habitación de su voz jadeante, mientras tuvo al otro entre sus piernas dando atención a su entrada, Arjen solo podía contraerse, en su rostro ya no podía colorearse más de lo que estaba en esos momentos, perdido en la lujuria que recorría cada célula de su cuerpo, mientras fue subiendo por su cuerpo una vez más, el peli verde alzo sus caderas haciendo más intensa la fricción de sus cuerpos, abriendo sus labios para recibir aquellos besos con mayor profundidad en su boca, ahora un poco más confiada experta en esos movimientos húmedos, sus miradas entonces una vez más se volvieron a cruzar, sonriéndole como siempre a ese hombre, su maestro en ese arte de amar, de entregarse a una persona, le encantaba poder verlo succionar sus dedos, cuando Annen le pidió hacer lo mismo sin dudar dejo entrar aquellos dígitos a su boca, imitando los movimientos que el mayor estuvo haciendo con anterioridad –Ahhh!...Annen Ahhh!...-un nuevo gemido termino por escucharse, todo en su cuerpo se tenso, contrayéndose más que nada en su vientre, ya no pudo aguantarlo más, su orgasmo llego sin remedio corriéndose de golpe entre sus vientres húmedos, sorpresivamente coloco su mano una de ellas sobre su rostro cubriéndose avergonzado de lo que hizo, aunque los temblores siguieran recorriéndole –Lo siento… en verdad lo siento…Annen ya no aguante más…-confeso con voz agitada, sintiendo que a pesar de haberse corrido su cuerpo ya estaba más que preparado para lo que seguía, volvía a temblar a erizarse, parecía que el hambre en su piel continuaba creciendo lentamente, moviendo su cuerpo en un sensual baile contra el otro, inconscientemente queriendo provocarle, seducirle él también con su cuerpo; notando que su corazón también lo deseaba una rara mezcla de sentimientos que ahora corrían…

Arjen seguía mirando hacia otro lado, avergonzado de lo sucedido, de que su cuerpo siguiera pidiendo en suplicas por la atención del otro; se había convertido sin darse cuenta en un adicto, solo era cuestión de haber hecho despertar aquellos deseos, ese placer carnal que dormía en el interior de su cuerpo, sus músculos seguían tensos, nerviosos con esos temblores que solo denotaban placer por las caricias de hombre sobre su cuerpo, a cada roce los labios de Arjen podían cantar en un nuevo gemido para él, para el único y primer valiente que se ha atrevido a tocarle, a besar su piel real, tratarlo no solo como un líder si no como un humano que también sabe sentir…
Ahora veía como aquel fuego tomaba sus manos, como su calor aumentaba al simple toque, erizándose como un adolecente, respondiendo al beso de sus labios, sonriendo en él, pues no podía negar que aquella boca era lo mejor que había sentido, tener el néctar de ese arrebatador hombre correr por la propia bajar por su garganta ya no solo llenándolo exteriormente si no internamente también.

-Ahh..Annen…-gimió de nuevo su nombre arqueando su espalda una vez más como respuesta a ese pellizco, pero abriéndose de nuevo a él a sus deseos sintiendo ahora como bajaba por su cuerpo hasta aquel tesoro sin profanar Yo… confío en ti…-susurro apenas audible, dejándole ver una pequeña sonrisa, de pronto su mente, su cordura se vio perdida al toque de esos dedos, el rey cerro sus ojos con fuerza había un pequeño dolor en cada uno de esos movimientos – AAhh…mmm..-trataba de relajarse, confiaba en las palabras de su guía, su maestro en ese arte en que pronto aquella sensación se convertiría en el mejor de los placeres por ende, seguía dejándolo que se moviera a su gusto por su anatomía y esta gustosa le recibía-Por favor… Annen… aahhh… cuando tú quieras…-le invito a seguir a que se complaciera con él, el peli verde ya no podía pensar claramente estaba perdido en ese torbellino de sensaciones, hasta el viento que rodeaba la habitación se sentía alterado, danzaba al ritmo de aquellos dos cuerpos que estaban por unirse, de aquel caballero de fuego que se uniría a su soberano.. por parte de Arjen ya no había miedo… ese temor esa desconfianza se iba perdiendo o simplemente dejaría que pasará, solo disfrutaría lo que pudiera y le permitieran…

-¡Ahhh! -aquel gemido fue más fuerte que los anteriores, el sentir ya por completo al otro penetrándole, el cuerpo de Arjen se tenso por completo contrayendo un poco su entrada, solo logrando una presión más exquisita alrededor del miembro hinchado de deseo y placer del otro.

El rostro de Arjen aun mantenía ese color rojizo, sus labios entreabiertos no dejaban de exhalar suaves suspiros y su cuerpo también no dejaba de temblar, de amoldarse a la nueva intromisión, sus manos mientras acariciaban aquellos fuertes brazos del otro, dando algunas presiones de vez en cuando con cierto nerviosismo en ellas. Poco a poco sus caderas fueron reaccionando moviéndose un poco el ritmo pausado que tenía el caballero hasta ese momento –Annen… duele … un poco…-susurro acalorado, tímido se sentía extraño estar así… aun podía culparse de vez en cuando en haber entregado su cuerpo a ese hombre en el primer día de haberse conocido…
Pero como el primer beso él lo respondía con devoción, olvidando todo cuando esos labios se colocaban sobre los suyos, sonrojándose un poco más si eso se podía al escucharle hablar, alegre podía sentirse de saber que al menos su compañero también lo estaba disfrutando y no solo él de aquel acto de dos un momento de lujuria y entrega total entre dos cuerpos llenos de deseo…

Pronto su anatomía pudo amoldarse a la contraria, alzo su torso un poco solo para dejar que sus brazos rodearan aquel cuello acercar su rostro por un lado del contrario –A..Annen…ahh..-susurro a su oído, dejando ahora que sus labios se posaran contra esa oreja besándola lentamente, invitando al otro a seguir, a que siguiera poseyéndole…

Mordió sus labios con fuerza casi al punto de sangrarlos un poco debido a la presión que pudo sentir de ese miembro hinchado en su interior haciéndose paso por sus paredes carnales, profanando su anatomía hasta ese momento pura, luego de eso respondió a su beso, quedándose corto en poder llevarle el ritmo, aquel hombre besaba muy bien y lo peor de todo era que le encantaba poder estar con besándolo, disfrutar de todo eso tan nuevo pero tan exquisito, ¿Cómo había durado tanto tiempo sin ello?

Al escucharlo se tranquilizo confiaba en él, en que aquel dolor se iría –¿no me mientes? De verdad te gus..aahh.. Gusto?-no podía dejar de gemir, dejando a sus caderas seguir ese ritmo más lento, profundo que solo causaba mas fuertes escalofríos recorrer por toda su espalda, sus músculos iban acostumbrándose amoldándose a la anatomía contraria aquel fuego estaba moldeando al viento a su placer, cerrando sus ojos un momento le apenaba tanto tenerlo tan cerca que esa mirada celeste se fijara en sí mismo –Ahhh!.. mmm... si.. Está bien… confió en ti, gracias ahh… por recibir mi cuerpo… -respondió en un jadeo mas ahogado contra los labios de su amante; el mismo ya se sentía duro, su entrepierna chocaba en aquel fuerte vientre ¿acaso había más placer que recibir? ¿Qué dar? – Mmmm…¡Annen!-grito su nombre aquel grito desgarrador el dolor fue un poco más intenso, mas cuando le sentía salir de él, esa voz hizo abrir las ventanas de su habitación, haciendo volar las cortinas que dejaban entrar la frescura del viento nocturno…

Su mirada nublada no podía alejarse del otro, sonriendo por sus palabras, los movimientos de su cuerpo a esas alturas ya su cuerpo estaba más que acostumbrado a sus movimientos, era como si este estuviera unido ya a la fuerte anatomía ajena –Mmm… Ahhh…-los gemidos continuaban sin parar, luego de un rato su sorpresa vino una vez más, al notar que Annen cambiaba de posición, sus piernas ahora estaban ahora recargadas en los hombros del otro, sintiéndose realmente avergonzado aquella nueva posición era más que vergonzosa, nunca se hubiera imaginado que él como rey estaría de esa manera… Ser tomado con esa fuerza y esa pasión que desbordaba cada célula del caballero.

Y aun así lo dejaba hacer con su cuerpo lo que quisiera había perdido el control sobre su cuerpo, su mente y cada uno de sus movimientos, el menor bajo un poco la mirada ocultando levemente su mirada de entre sus cabellos esmeralda, una crispación se presento al sentir esa mano de nuevo acariciándole de nuevo complaciendo su deseo carnal, se sentía tan bien que casi no podría soportarlo, de nuevo se sentía húmedo, al punto de explotar, las contracciones tanto en su vientre como de su entrada que solo apresaba aun mas aquel miembro caliente que iba poseyéndolo un poco mas, haciéndolo gritar, arquearse sonreírle a ese encantador hombre, fundir el calor de ambos –¡Si…si sigues diciendo eso yo! Voy.. a venirme de nuevo…-confeso con un jadeo seductor esas palabras calientes que entraban en su oído lograban alterarle de nuevo… No aguantaría de nuevo, era demasiado para él todo eso, pero… quería que también su compañero siguiera disfrutándole..

¡Ah! Annen…-por más que intentaba ahogar, ocultar sus gemidos ya no lo lograba era inevitable dejar salir a la luz su voz transformada en esos sonidos, tratar de negar el placer que el otro le hacía sentir; en su interior se podía ya notar como un hilillo de sangre salía bajando por sus muslos hasta llenar un poco las sabanas revueltas donde estaba recostado; provocando que un pequeño ardor que subió hasta su nuca haciéndole temblar bruscamente de nuevo, también cerrar sus labios y sus ojos ocultarse tras sus parpados; solo logrando escuchar las palabras del contrario ver que seguía siendo dulce y amable en sus caricias…

A Arjen le encantaba poder escucharle reír ver esa sonrisa marcada en su rostro normalmente serio e imponente, ¡Diablos! ¿Qué estaba pensando? Fijándose en aquellos detalles como un adolecente enamorado –Mmm…-claro suspiro el que soltó ahora haciendo su cabeza hacia atrás arqueando su espalda Annen entraba ahora con más fuerza en él y su cuerpo ya no podía, estaba cansado adolorido pero lleno de un placer inmenso que era el único que daba motor a seguir con aquella unión, ahora él fue el que pudo sonreír escuchando sus palabras ¿Cómo era posible que él fuera así? Se preguntaba si en verdad era esa cara la real y no una que le mostraba ahora solo para poder… poder quedar bien con su majestad.

-Quiero hacerlo… junto con mi…caballero…-susurro, sin saber si era correcto decir “mi” simplemente se dejo de nuevo de esa boca a la que ya reconocía del todo, gimiendo dentro de aquel beso alzando sus caderas ya un poco más casi a punto de correrse, la humedad iba bajando por su miembro uniéndose a aquel liquido carmesí que también salía de él, poco después volvió a mirarlo, esa mirada llena de deseo, un poco de dolor… miles de sentimientos mezclados pero ninguno era tristeza solo felicidad de poder compartir aquel acto con alguien como Annen… Al que pronto entregaría el último suspiro, su último esfuerzo antes de llegar al clímax…

Tal como su compañero el joven rey se entrego al deseo al placer que estaba por llegar a lo último de aquel acto, sus gemidos eran más rítmicos fuertes, sus manos subieron por los costados del otro hasta colocarse sobre sus omoplatos presionándoles ligeramente, contrayendo su entrada húmeda en su vientre hubo una fuerte contracción –¡Ahh!... ya…Annen…-jadeo una vez mas, cerrando sus ojos, sus caderas alzarse y hacer un poco más fuerte la fricción entre sus entrepiernas, perdiéndose de nuevo en aquel mar de pasión que desbordaban ambos, al fin dejando salir su semilla, manchando su vientre y el de su amante, cayendo al poco cansado agitado aun con pequeños espasmos recorriendo cada centímetro de su piel recibiendo gustoso todos esos besos que le regalaba, le gustaba que le besará era agradable sentirse querido por alguien aunque sea por un momento.

Luego de un momento de quedarse abrazado a Annen de intentar ocultar su rostro contra su pecho, donde dejaba que su respiración cálida chocara contra su piel humedecida, sus manos se apretaban aun a aquel cuerpo como queriendo que no se alejara que siguiera por un rato más a su lado una petición silenciosa, por la ventana entraba aquel viento fresco acariciando sus cuerpos, teniendo la noche de nuevo el silencio pues los gritos y gemidos habían cesado –Mmm… Annen…-susurro su nombre con una pequeña sonrisa tímida, aun oculto sobre ese pecho, observando su textura tan perfecta; solo los rayos fríos de la luna iluminaban aquellas hebras esmeralda, acariciando ligeramente también la piel de esa ancha espalda con la yema de sus dedos.

Arjen se dejaba hacer por completo del otro, disfrutando aun de su calor corporal de la textura agradable de sus dedos sobre su cuerpo, se sentía protegido, como un pequeño niño necesitado de un abrazo suave y lleno de cariño, el tampoco podía dejar de acariciarle de hacerle ver lo cómodo que se encontraba a su lado, sentir aun su cálida respiración. Sus ojos seguían cerrados solo podían escucharse sus suspiros suaves salir de su boca, ahora complacido por esos ronroneos del mayor ¿podría quedarse un poco mas así? En vedad deseaba que el otro le permitiera un poco más de su cercanía pero estaba claro que tenia vergüenza, de pedirlo de mostrar más su lado débil a ese hombre se imaginaba lo que dirían todos sus consejeros si es que algún día se enterarán de eso, había cierto deseo de que lo hicieran que supieran que el Arjen había entrado su cuerpo a un completo desconocido…

Poco después pudo notar como el mayor se movía sobre su cuerpo, acercando de nuevo ese rostro seductor al suyo y sintiendo claramente la textura de sus labios de nuevo sobre su piel sensible, adicta a sus roces –Mmm.. ¿Qué haces?..-el suspiro no se hizo esperar, su cuerpo aun estaba susceptible a toda caricia que pudiera recibir del contrario, le siguió con la mirada hasta que pudo sentir ahora la seda tocar su piel desnuda, aquellas sabanas revueltas que hace un momento habían recibido todo el placer de ambos –Gracias Annen… Eres muy amable…-luego de estar cubierto por la sabana ladeo un poco su cuerpo, sintiendo un pequeño escalofrió de dolor en su interior estaba algo resentido por lo sucedido, pero le pareció aun más hermoso que el caballero de rojiza cabellera se preocupara por su bienestar haciéndole una vez mas sonrojar.

Sus labios respondían a esos besos su piel una vez más se veía erizarse, al igual que el latir profundo de su corazón contra su pecho –Solo es un malestar, pero no importa… me gusto mucho poder compartir mi intimidad contigo… descubrirla en tus brazos…-confeso algo intimidado –Lo siento, soy un cursi…-luego de eso soltó una suave risita, subiendo sus manos de manera nerviosa hasta colocarse sobre el pecho ajeno, dejándolas descansar unos segundos en él, sonriendo aun sus ojos se cerraron en un largo suspiro, en verdad lo había disfrutado nunca olvidaría esa primera vez…

Arjen giro su cuerpo como el otro le pedía, suspirando aun a cada roce que pudiera tener su piel con esa manos suyas, con las dueñas de su cuerpo, “que tonto, pensar eso” que podía pertenecerle a alguien, ¿tanto quería ser tratado de esa forma? Su cuerpo se pegaba un poco más a él quería seguir sintiéndole tener su calor cerca suyo.
El viento se sonrió al escuchar decir aquello por ese hombre, era tan agradable poder seguir en ese estado –Annen…-no podía dejar de susurrar su nombre de querer amanecer de esa manera cada día, que tonto desear algo que tal vez jamás pasaría quizá mañana cuando abriera los ojos aquel hombre ya no estaría y todo pasaría haber sido solo un sueño erótico…

- Duerme bien…-dijo ya en un bajo suspiro, no deseaba dormir pero el cansancio de su cuerpo lo pedía, por lo que poco a poco sus parpados fueron haciéndose más pesados hasta el punto de quedarse dormido entre los brazos del fuego…

A la mañana siguiente, el sol ya entraba por la ventana abierta de la habitación dejando entrar su cálido abrazo a los cuerpos unidos bajo unas sabanas de seda; entre ellas Arjen seguía durmiendo de lo más tranquilo entre los brazos de aquel fuerte hombre; esos brazos cálidos y cómodos como los de ninguno que le hubieran regalado un abrazo…

Su cuerpo desnudo de vez en cuando se frotaba contra él otro, más que nada aquella su parte trasera pegándose a cierta zona del mayor que extrañamente estaba un poco dura o así lo sintió el peli verde cuando comenzó a abrir los ojos, removerse un poco más mientras despertaba, estirando su cuerpo un tanto adolorido por la noche pasada que había estado en una burbuja llena de placer y pasión que se desbordaba como miel de un panal. Al menos podía estar tranquilo, aquel dueño del más exquisito fuego estaba aun a su lado, abrazándole con delicadeza podía sentir su tibia mano rodear su cuerpo colocándose al final sobre su vientre que en pequeños suspiros se movía suavemente. Aunque pareciera extraño el soberano de Avylen no deseaba mostrar que ya estaba despierto, no quería de cierto modo que al despertar Annen le digiera que se iba, ¿ser usado? Eso pensó por un corto segundo, apretando sus parpados y encogiendo su cuerpo; para luego simplemente y tras un corto suspiro abrió del todo sus orbes ambarinas –Bue..Buenos días Annen…-susurro un poco bajo, girando un poco su cuerpo hacia el otro, de manera que sus ojos pudieron de nuevo cruzarse con el rostro atractivo del otro.

-¿Dormiste bien?¿No te moleste mucho en la noche? -pregunto antes de recibir alguna respuesta de su parte, tratando de mantenerse firme ante la sensación de sus pieles una junto a la otra aunque si demostrando un ligero rubor en sus mejillas relucientes a la luz del astro rey, su mirada de vez en cuando bajaba por su cuerpo, admirando su pecho y vientre teniendo ese recuerdo de fricciones entre ambos…

Sonrió mas ampliamente al escuchar aquellas palabras por parte de Annen, era realmente agradable saber que la persona a tu lado no solo la había pasado bien la noche anterior si no que también el despertar a tu lado había sido placentero; su piel su cuerpo se estremeció al sentir aquel beso y su caricia sobre su cuerpo; ah… su tacto era tan exquisito deseaba poder sentirlo por mas tiempo “Tonto, eso no puede ser” se regaño a sí mismo al poco, bajando un poco su mirada algo desilusionado, se portaba como un niño… No, no podía ser amor, pues simplemente habían dado placer a sus cuerpos; aunque su corazón siguiera latiendo con esa fuerza al estar a su lado, sentir el calor de su cuerpo traspasarse al propio…

-Solo.. me duelen un poco los músculos pero está bien, me siento bien en realidad, gracias por preguntarme…-respondía amable sin querer separarse del mayor, al contrario pegándose un poco mas él sin fijarse del todo en lo que hacía –¿En verdad? ¿Podemos bañarnos juntos? -cuestiono al mayor emocionado, sonriéndole con algo de sorpresa, si quería deseaba pasar más tiempo con él, seguir sintiendo la textura de su piel contra la suya, se lo pedía en una súplica al cielo, que aun no se fuera, solo un poco mas… Luego de eso se abrazo por sorpresa a su cuerpo, aspirando ese dulce aroma que salía de su cuerpo –Hueles muy bien… ¿sabes? -confiesa de manera tierna, sonrojándose un poco por ello.