Neo nunca sale de Kishar ( libre, varios)

24/02/2011

Ya sea por fanatismo devoto a su tierra o por simple terquedad estructurada, Neo jamás dejaba Kishar por propia voluntad. Como persona territorial y rutinaria, se aseguraba de que todos los dias de su vida fueran exactamente iguales, cumpliendo su trabajo sin descanso, sin detenerse por estorbos o dejando un dia libre al ocio.

Lo más lejos que el frío caballero podia ir, era al rededor de la ciudad, internandose en el bosque para entrenar a su caballo y para practicar sus habilidades de combate por allí.
No lastimaba los árboles si no era estrictamente necesario, pero mentalizaba en ellos grandes oponentes, oponentes imaginarios, oponentes grandes y misteriosos como el Caballero Fantasma de Amane, con quien habia compartido alguna que otra ronda, en aquel castillo que une a los Reinos.

Cuando toda su ira comprimida abandonaba su cuerpo,y sólo quedaba un cansancio pacifico y perlado de sudor, se sentaba en las raices de un enorme sauce a contemplar todo, el sonido de la naturaleza, su voz multifacética, su canto rutinario. Era el unico lugar en el que su disgusto por la suciedad no molestaba, era como sentirse siempre en casa.
Apoyando sus manos en la empuñadura de su espada se quedó silenciosamente dormido.

04/01/2011

Suspiro tranquilamente mientras acariciaba el fino pelo del caballo y con su diestra cepillaba su espalda parándose de “puntitas” al ser tan bajo.
Otra vez había sido ingenuo y tenia que hacer tareas que no le correspondían, no le molestaba… los animales le tranquilizaban mas que estar cerca de alguna persona y si este caballo era del príncipe Val también podría hacerlo con gusto, pero no le agradaba ser engañado.

Saco una zanahoria que tenia escondida entre sus ropas y la acerco su hocico –¿Qué te parece un paseo?... además no puedo avanzar en mis experimentos sino tengo ayuda… divirtámonos hoy ¿si? – sonríe tontamente y equipa al caballo correctamente.

Y con un gesto con la mano se despidió de los caballeros que hacían guarda a esas horas y que estaban cerca.
-Sabes, este tiempo en el castillo ah sido divertido, aunque no conozco mucha gente, las personas son muy amables conmigo y algunos me molestan- suspiro ligeramente quejándose – pero no me rendiré, tengo una deuda con el Rey Alan, y no lo defraudare- Sus ojos brillaron ante su poca determinación, mientras pobremente hablaba con un animal que no le entendía.

-Creo que estamos muy lejos ya… ¿te parece si regresamos? –se detuvo e inclino un poco acariciando la cabella del corcel. Pero un fuerte ruido se escucho que asusto al caballo, quien se alzo en sus dos patas traseras y relincho.
-Ca-Calma!!!! – se asusto al no poder controlarlo, sin importar cuanto jalara de las riendas.
-espera – cerró los ojos desesperado, pero eso no serviría, se abrazo al cuello de cuaco y cerro sus ojos esperando a que se detuviera, cosa que no hizo hasta adentrarse en el bosque y no encontrar mas camino sino, solo árboles enormes.
-No puede ser… estoy perdido otra vez- se sintió ligeramente asustado, la ultima vez que había terminado dentro del bosque fue buscando su propia casa y tiene tantos años, ¿porque tenia que volverle a pasar?

Asi fue como camino por tanto tiempo adentrándose mas o tal vez alejándose, realmente no sabia lo que hacia, solo caminaba por el lugar por el que había entrado el caballo.
-mmm- entrecerró los ojos intentando divisar lo que estaba lejos, pero su mala vista no le ayudaba –oh… hay alguien!... espero pueda ayudarnos- susurro un poco animado, pero dudoso.

-H-hola… -se acerco al joven, tal vez estaba herido o le había pasado algo malo para estar en un lugar así.
-O-Oye estas bien- se inclino frente a el, y miro detenidamente su rostro -E-este… estas vivo?- intento moverlo un poco esperando a no molestarlo.

24/02/2011

Abrio los ojos cuando el muchacho lo toqueteó, frio y arisco como solo él podia ser.
Ya lo habia sentido hablarle, de hecho lo habia sentido cabalgar descontrolaod por el bosque yluego acercarse a él; Neo conocia tan bien aquel sagrado lugar que podia percibir hasta el mínimo cambio.

Se levantó sacudiendose las ropas y dandole media espalda al muchacho, descontracturando su cuello. Por las vestiduras se denotaba un noble, quizas alguien importante, y por lo perdido que estaba, debia de ser alguien sumamente enfrascado en una burbuja.

- Estoy vivo, soy Sir Ateneo....- Se presentó con una leve reverencia de cabeza y caminó hasta su caballo, que tambien se habia sobresaltado por la aparicion del otro perdido equino.
- Y usted Mr...está perdido?.-

Dijo mas que nada por cortesia, pues era obvio que estaba perdido.

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