De nuevo a la rutina je... [Libre]

-Jaja y entonces le dije... sabes, yo no soy una chica ordinaria, y Roo salió rugiendo espantando al tipejo, ¿cómo ven esa? jaja- Se escuchaba la voz de una mujer riendo y bromeando entre voces de otros hombres, como si a los conociera desde hace tiempo, casi dándole la impresión a esa cárcel era una cantina... -Jaja y luego llegaste aquí ¿no Sharon?, jeje, chiquilla, deberías tener más cuidado con lo que haces- Se burlo uno de los guardias revolviéndole el cabello a la joven, la cual solo soltó un golpe en juego contra el hombro ajeno sobre su armadura -Jaja, lo sé, lo se... pero vamos, no puedo evitar hacerle bromas a los "nuevos soldados" es mi trabajo después de todo jeje, además me había ausentado un rato del reino... necesitaba divertirme- Seguía excusándose entre risas y chistes, bien se notaba que la joven tenía un espíritu vivaz, y que obviamente no era la primera vez que se metía en problemas por su carácter, aunque claro, ahora más que parecer "prisionera" en aquella prisión, daba la impresión más bien de ser "invitada" pero claro, solo esperando a que no llegase una autoridad mayor al lugar, porque si aquello ocurría, eso ya sería un problema para todos los presentes...

Sharon era una mujer prendida, valiente, que no demostraba temor ante las situaciones que normalmente asustarían a otros y más aun eso se notaba por el tigre que siempre le acompañaba, pues incluso en esa situación el animal rondaba entre las personas hasta llegar con la joven y recargar su cabeza en el regazo de la chica, sin que a esta le diera el más mínimo miedo... Daba la impresión de ser una niña con un gatito gigante a la simple vista y para los que no la conocían realmente, daba pinta de "una loca suicida"...

-Jeje, y hee, chicos, ¿cuándo creen que me pueda ir de aquí?- Preguntó aun sonriendo, quitándose la capucha que llevaba puesta por costumbre, en un extraño contraste con el resto de sus vestimentas las cuales eran demasiado frescas y reveladoras para cualquiera...
-Pues...- La voz de todos acallo casi de golpe, aparentemente en esta ocasión seria "diferente" a las anteriores veces que se había metido en problemas -No lo sabemos con exactitud- Terminó de decir el caballero sin tener otra salida, pues era cierto aquello, la chica se había metido con un nuevo "general" y no un simple soldado como ella pensaba, y aunque a todos les daba gracia el juego de la joven para alejar a ese sujeto de ella, aparentemente a dicho hombre no le había dado risa en lo absoluto...
-¡¿Que?!, o vaya... solo fue un rugido de Roo, una insignificante broma, no tenía que ponerse "especial" ese tipo...- Respondió casi renegando, pensando en que hacer, después de todo, la realidad era que los gitanos no podían pertenecer encerrados mucho tiempo... iba en contra de ellos, los asfixiaba rotundamente y claro, les mataba el alma sin más... -¿Hay alguna opción de salida de esta situación?- Cuestiono pensativa a los presentes y a ella misma, acariciando al enorme tigre que llevaba con ella, queriendo descubrir o idear alguna manera de simplemente "solucionar" las consecuencias de su juego, un juego que apenas estaba empezando a considerar como algo “problemático”... pues bien... Sharon... nunca pensaba en la posibilidad de lo imposible, así que estaba segura, que había una solución para ese inconveniente....

El caballo blanco del hombre blanco relinchó cuando se acercaba hacia los presentes, que parecian estar hostigando a una joven gitana. No es que fuese prejuicioso como la mayoria de la gente, es que simplemente, los gitanos tenian una forma muy particular de vestirse y de actuar, que los hacia personajes sin lugar a dudas, peculiares.

Se acerco entonces hacia donde estaban aquellas personas, oficiales de alto rango quizas, amables señores, quizas no tanto.
No habló, proque no era parte de su carisma, pero no tenia esa presencia arrolladora como la tenia cierto pelirrojo de Annwn, asi que simplemente se presento en mutismo frente a ellos, con el grabado xilografico que representaba el sublime escudo del reino Amane y su rango de caballero en la guardia Real.

Mantuvo el corcel con la guardia baja por las dudas y para no asustar a la bella bestia, y esperó, como soloa quel hombre maduroy paciente pdoria hacerlo en un momento de tension y vertiginio.

Un relinchido de un caballo en las cercanías distrajo a la joven de sus pensamientos, haciéndola que subiera la cabeza dejando agitarse su cabello por el movimiento y viendo sin más a un personaje de cabellos blancos, montado sobre un caballo del mismo color, elegante y con porte de fortaleza, como para Sharon no podía significar una cosa diferente a -¿Un caballero?...- Cuestiono con una media sonrisa sin estar segura si eso era el otro o no, extrañada y entretenida al ver una nueva cara que no conocía, mientras recorría con sus ojos rojizos aquella nueva figura cercana a ella y a los demás presentes, dando al final con el escudo de otro reino en la armadura de aquel jinete, y dándole así también a la joven, el sentido lógico de porque no le conocía de vista... pues bien, ella en medio de sus viajes nunca había salido del reino del fuego y conocer a alguien de otro reinado por ende resultaba "poco probable" para ella...

Los otros caballeros presentes alrededor de la joven pelirroja se extrañaron y miraron entre sí, hasta que uno de ellos se atrevió a acercarse al peliblanco a cuestionar su presencia en dicho lugar, reservado para ladrones y buscapleitos, al igual que por los guardias y caballeros que los custodiaban -¿Señor, se puede saber que hace un caballero de otro reino en estos lares?- Cuestiono serió aquel hombre, mirando el escudo de la armadura ajena sin ninguna clase de titubeo, pues bien, más que querer iniciar una pelea, le convenía saber a qué se debía la "visita" de aquel extraño... después de todo... en esa época nunca se sabía con qué clase de alianzas adicionales o planes de reyes uno se podía encontrar...

Entre tanto, la chica ahora solo jugaba un papel de espectadora, mientras esperaba ver la reacción que el otro individuo tomaría, le interesaba ver qué pasaba, era tan inquieta y vivaz como el fuego y las "novedades" siempre atraían su atención, aunque estas mismas pudieran traerle problemas después... -vaya... parece que el otro no es muy hablador- Le dijo al tigre casi en un susurró un tanto aburrido, o más bien, a ella misma, pero sin dejar de acariciar el pelaje del enorme animal que aun tenía recargada su cabeza contra la joven, buscando que esta le tratase con algo de afecto o mínimo que le "mimara" como si el enorme tigre se tratara de un gato... auncua claro, como cualquier felino seguro lo habría hecho en esos momentos y curiosamente sin tomarle importancia a los extraños ni al caballo que había relinchado hace poco... aparentemente, el carácter del felino era completamente diferente al de su domadora... o al menos... eso parecía...

-Entonces si es un caballero... curioso mjmj- Murmuro la chica mirando atenta lo que pasaba frente a ella y los demás guardias... cuestionándose si realmente hubo alguna vez otro preso, pues claro, no era algo común en ese reino, dado que la mayoría de los "extranjeros" sabían bien que si se metían en problemas en Annwn seguramente no saldrían muy bien de ahí dado la "fama" que conservaba el rey para ser estricto conforme a las leyes...

-Me temo que le han informado mal Sir Winter, aquí la única prisionera es esta gitana, bajo crímenes que están en proceso de una sentencia justa para ver la salida de esta prisión- Respondió el guardia ante las palabras del caballero de tez blanca oculta tras un casco, al tiempo que este hombre señalaba a Sharon, que estaba aun atrás de él junto el enorme felino y por supuesto, con los demás guardias que hace un momento charlaban y bromeaban con la joven mujer, dejando en claro que ya era "clásico" que estuviera por ese lugar...

La chica escucho las palabras del guardia y sin poderlo evitarlo simplemente se exalto un poco ante el comentario de "crímenes que aun están en proceso de una sentencia justa" -¡¿Qué?!, pero si yo no he hecho nada que amerite un encierro... no es mi culpa que sus nuevos militares sean unos eunucos que huyan despavoridos ante el rugido de un tigre...- Renegó cruzándose de brazos incomoda ante la situación y dejando de acariciar al enorme felino que tenía a un costado por lo mismo, sin importarle mucho si eso provocaba que sus "conocidos" guardias, llevaran a cabo algún protocolo o similar para callarla... después de todo, había otro caballero presente y aquello de seguro podía hacer que las actitudes de los demás cambiaran también...

Los presentes la miraron mal, al menos los caballeros que custodiaban esa prisión, pues el comentario de la joven los estaba dejando en ridículo como autoridad -Eso no nos incumbe, estas aquí por esa persona a la que llamas con tan poco respeto, quizás deberíamos notificárselo para que te callara el mismo la boca ¿o no?...- Respondió de inmediato en un afán por callar a la joven.

El carácter del guardia había cambiado, en definitiva la presencia de otro caballero lo hacía ponerse más "serio" ante lo que era llevar su trabajo, pero claro, Sharon si tenía algún defecto marcado, era la misma "lucha", lo cual nunca le permitía cerrar la boca aunque se viera en líos -Me gustaría que lo intentara- Reto mirándolo mal, volviéndose a acomodar su capucha en señal de desconfianza y enojo, sin dejar de clavar su mirada de desprecio contra los ojos del guardia mientras lo hacía, molesta ante semejante cambio de actitud, aunque ella se lo hubiera buscado desde un principio por no saber medir sus "bromas"...

El hombre que custodiaba de la prisión enfureció ante el comentario de la gitana, importándole poco si la conocía de tiempo atrás o no y alzando su mano para darle un bofetón a la chica, ignorando por un momento sin darse cuenta de las palabras del caballero del reino de Amane. Provocando que el tigre se encrespara y lanzara contra aquel caballero que amenazaba con la mano a su dueña, en una forma instintiva por proteger a su domadora.

Los ojos de la gitana se abrieron enormemente al ver como el gran felino saltaba en su defensa contra aquella autoridad, la cual hace poco amenazaba con darle un golpe a Sharon y ahora se encontraba maldiciendo –¡¡MALDITA GITANA, TE MANDARE A LA HORCA!!- Gritaba lidiando contra el peso del felino, histérico por pensar en el filo de los colmillos sobre su piel si estos lograban pasar a través de su armadura.
Preocupada por que los demás guardias tomasen sus armas, la chica jalo del pelaje del tigre con fuerza para que retrocediese antes de que el gran animal clavara más sus colmillos en un amenazante ataque a la piel e integridad del otro–¡¡Roo, detente!!- Llamó al felino casi a los gritos jalándolo más fuerte esta vez y logrando hacer que el tigre la mirara y olvidara seguir atacando por unos momentos, aunque en esos momentos ya todo se había ido por la borda.
Los demás caballeros presentes que custodiaban la cárcel desenfundaron sus espadas, dispuestos a matar al felino que dañaba a su superior, sin importarles que ahora el otro hombre había sido el causante de aquel escenario…

Sharon se paralizó al ver las espadas, ya se imaginaba que era lo que seguía en esa situación, así que rápidamente llevó un de sus manos a su boca y silbo con fuerza para que el felino centrar su atención en ella –¡¡Roo vámonos!!- Le gritó al felino tras lo cual se echó a correr al bosque a toda velocidad, siendo seguida de inmediato por el tigre blanco.
La chica se encontraba en problemas, ahora si había cometido un ataque a un oficial, a pesar de no haber sido intencional, y con ese argumento en su contra el decir “me defendí”, no ayudaría de mucho, si no es que en nada…

–“Esto está mal, ¿Qué haremos si nos alcanzan?”- Pensaba corriendo lo más aprisa que sus pies le permitían, estando segura de que Roo le seguía de cerca y que quizás de igual manera los guardias, los cuales de seguro esta vez no se “sentarían a bromear con ella” si la alcanzaban.
Sin embargo lo que le preocupaba más era el otro caballero, la idea de que él pudiese llegar a seguirla a ella y a Roo la hacía casi caer en la mortificación mientras huía con su felino, pues con un caballo como el que dicho hombre traía, era seguro que el sí les daría alcance sin problemas, y por ende, los capturaría... –¡Ah!, no pienses en eso Sharon- Se dijo así misma sintiendo como su correr se hacía más lento por él cansancio, dando un cambio de dirección hacia su mano derecha en medio del bosque teniendo ya finalmente al tigre a su mismo paso, mientras ella esperaba que con ese giro repentino pudieran perder a sus persecutores, pues sabía que no podría durar mucho tiempo más huyendo de esa manera….

El caballo blanco de Winter se cruzó por el camino de la gitana, relinchando asustado por el tigre pero retenido y serenado por el caballero sobre él.
Winter. aún oculto bajo su casco como siempre, extendio la mano a la muchacha mientras el corcel intentaba mantener la firmeza en el lugar.

-Deprisa jovencita, o la alcanzarán.-


Dijo Winter, quien habia visto a la joven mujer salir corriendo y el manchon blanco del tigre tambien.
Ya sabia él que aquello ni iba a terminar bien.

La chica corría tan rápido como sus pies se lo permitían, disminuyendo la velocidad nuevamente sin poder evitarlo y empezando a imaginarse las peores cosas para su mala suerte, cuando de repente el caballo blanco y el caballero del mismo color, aparecieron frente a ella y al enorme felino. El caballo estaba agitado por la presencia del animal exótico y peligroso en frente de él, sin embargo la chica noto como el caballero lo apaciguó de inmediato, extendiéndole justo después de eso una mano para ayudarle. O por lo menos eso daba a entender con sus palabras, aun con su misterioso rostro oculto tras el casco de su armadura...

La chica desconfiaba. Dudaba si aceptar la ayuda ajena o tratar de correr por su cuenta con las escasas energías que se le terminarían en unos cuantos minutos más. Sabía que no le convenía fiarse de un desconocido y mucho más aun si también era un seguidor de la ley que podría traicionarla, sin embargo… no tenía muchas opciones, era eso o ser atrapada ahí mismo en cosa de escasos minutos.
Sharon miro un par de veces hacia atrás, por el camino que había recorrido en su huída y luego hacia el caballero ensillado con la mano extendida ofreciéndole ayuda, empezando a escuchar las voces de los otros enfurecidos soldados siguiéndola a ella y a Roo sin oportunidad de tregua, dándole finalmente la solución a la joven para elegir que hacer, así fuera algo que iba en contra de “su costumbre” de valerse por si sola… -Si no queda de otra...- Susurró sonriendo un poco forzado por la desconfianza, pero tomando finalmente la mano del otro caballero, aceptando su ayuda y dándose apoyo de aquella mano para subir finalmente en las ancas del caballo, sin quedarle otra opción más que "confiar" en aquel extraño héroe cubierto por una armadura con la simbología del reino de Amane...

Spoiler:

De la nada en medio de las preocupaciones y de la incertidumbre, la chica sintió como el caballo avanzaba a todo galope justo después de que ella subió al caballo, mientras solo se sujetaba al misterioso caballero, del cual ahora finalmente comprobaba que estaba a su favor... algo demasiado extraño para una persona acostumbrada a otros entornos, de traición, robo y engaños, aunque de cualquier manera, no mal agradecía esa aparición ajena que le ayudó sin más a salvar su propio cuello y el del gran felino blanco cual su noble benefactor...

Pasaron algunos minutos mientras el caballo seguía avanzando, vociferando un poco, haciendo sonar en cuanto apenas a los oídos de los presentes los cascos contra el cálido piso del lugar con pinta cálida y algo seca, hasta que finalmente y justo después de pasar una extraña especie de laberintos, el caballo se detuvo en seco, siendo seguido en dicha acción, por el tigre blanco que en ningún momento había dejado de perseguirlos, pues su dueña estaba en compañía del otro como para que eso sucediese.

La chica observo los alrededores, parecía que había sido abandonado el lugar hace poco, sin embargo ella misma no lo sabía, su especialidad gitana no era tanto la de estar informado por los alrededores, sino más bien meramente el entretenimiento y los "problemas" por decirlo así. Por lo cual la chica contemplo en silencio el entorno, hasta que la voz del caballero volvió a tomar su atención mientras este se bajaba del caballo -Mjmj, cuidado es lo que menos tenemos los habitantes del reino de Annwn, señor, nuestro espíritu ardiente cual fuego nos lo impide...- Respondió ante lo primero, dejándose ayudar a bajar del caballo, más por cortesía de la molestia que se había tomado el noble caballero en ayudarle, que por que ella no pudiera valerse por si misma -Jeje, aunque tendré que considerarlo un poco para la próxima... "ocasión" mjmj, algo me dice que esos guardias no me volverán a recibirme de forma "amable" si me encuentran de nuevo a mi o a Roo...-

Termino de decir acercándose al tigre y acariciándolo un poco, revisando que se encontrara bien, para después volver a dirigir su mirada hacia el noble caballero y hacerle una reverencia, la cual, irónicamente pese a que ella era mujer, era una postura más bien parecida a la que haría un hombre, o desde el punto de vista de Sharon un "presentador de algún espectáculo" -Por cierto, disculpe mi descortesía... le agradezco que nos haya brindado su ayuda, sir... ¿Winter?... ¿no?- Cuestiono volviéndose a enderezar, mirando al otro sin más, no pudiendo llegar a percatarse del rostro ajeno dado el casco que le cubría, pero aun así la chica no tenía problema en hablar con alguien que no mostrase su rostro... era algo normal en su entorno...

Spoiler:

-Así es Señorita, Sir Winter, Caballero de Amane. Y espero no tener que sacarla de algun otro lio la proxima vez que nos veamos. Mucha suerte.-

Dijo sonriendo amable, acomdoandose sobre el caballo y azuzandolo para que corrigiera el rumbo.
Aquella cabalgata le habia entusiasmado y ya le devolvia las ganas de pasar tranquilo el resto del dia.

-Hasta pronto jovencita.!.-

Saludó al final, esperando la respuesta de la muchachita, pues pensaba que, como todo Annwiniano, se iría a beber o a celebrar su picardía.

-Jaja, tratare que no sea usted el que me rescate sir Winter, pero los problemas no puedo asegurarle que no me buscaran mjmj- Respondió riendo levemente, con una sonrisa dibujada en su rostro, segura de lo que decía, pues ya bien e conocía... Jamás estaría en paz... o más bien, la "paz y tranquilidad" jamás serían sus aliados... era... demasiado... "Prendida" como para que eso pudiera suceder...

La joven vio como el caballero solo montaba a su caballo para después hacerlo galopar hasta un rumbo aparentemente indefinido, tras lo cual solo una última despedida se hizo notar por el caballero, ante la cual la joven nuevamente solo se reverencio como cual cirquero al iniciar un espectáculo, enderezándose poco después de aquello y quitándose la capucha nuevamente en señal propia para ella de confianza -Delo por hecho!- Le respondió sin más para después solo con lo cual pareciera un "truco de magia", desaparecer entre una estela de humo... "clásica salida" para todo buen... artista?... je, si así se les podía llamar... después de todo... la chica era gitana y prácticamente cirquera... Jamás perdería una oportunidad para hacer una salida "espectacular" y mágica... al menos no, mientras su vida no corriera riesgo...