Día de aburrimiento

Caminaba por la calles de la ciudad, mezclado entre las personas, su día había estado muy aburrido, y sin nada que hacer salió de su casa para internarse en la ciudad. Vagó por algunas tiendas pero sin interesarse en algo en específico. Sus pasos lo llevaron a un hermoso parque donde se veían gitanos danzando, y muchas personas caminando de haya para acá, u otras simplemente sentadas en el suelo o en los bancos.

Se acercó hacia un bando que estaba debajo de un gran árbol y se sentó, solo mirando a las personas con las piernas cruzadas y un brazo recargado en la banca, viendo todo con aburrimiento

—Pero que día más aburrido — Suspiró revolviendo sus cabellos rubios con la misma mano en la que estaba recargado. mirando hacía el cielo.

Era como un día de trabajo cualquiera. bailaba en la plaza junto con más compañeros de oficio alegremente, sensual aveces y muchas veces jugando con fuego. Adoraba el danzar mientras las llamas me rodeaban bailando conmigo al ritmo de la música alegre.

Niños, jóvenes, adultos, ancianos.. había todo sin fin de clases de personas observándolo ¿que porque nos pusimos de acuerdo todos lo bailarines ese día? pues era por al excusa de que era día de fiesta pero.. entre lector y bailarina, no tengo ni idea cual era esa festividad. De todas formas cualquier escusa es buena con tal de bailar y como no, cobrar un buena cantidad de dinero

El tiempo pasaba rápidamente a causa de que me estaba divirtiendo pero , no se si por suerte o desgracia mia era mi turno de descanso. Deviamos bailar desde por la mañana hasta el anochecer.. eso si que era una completa tortura para los músculos de una bailarín, aunque seguramente cualquier juglar comprendía a la perfección ese maldito dolor.

Decidí no cambiarme pues a no ser que ocurra algo devería bailar despues, pero deseaba un sitio tranquilo, visualicé con al mirada mi alrededor ¿que quereís que os diga? cuando se esta de un lado a otro bailando apenas sabes de esos sitios que tantas veces me hacen falta para descansar.Pero no muy lejos vi a un chico de brillantes cabellos dorados como los mios mirando la escena con aburrimiento. No tuve más opción que acercarme hacia él pues justo a su lado estaba la sombra.

Cuando ya estaba cara a cara con él con una fina sonrisa y con toda la educación del mundo le dirigí la palabra
- Perdonad, me preguntaba si podría sentarme a su lado - ladeé un poco mi cabeza mientras mi ojos clavaba la mirada en los contrarios- siento haberle molestado pero es que no hay otro sitio con sombra cerca del baile - con un movimiento tenue casi inexistente movi al cabeza hacia mis compañeros danzantes

Estaba tan adentro de sus pensamientos que no se dió cuenta de la chica hasta que estubo enfrente de el. Era una chica totalmente hermosa y al parecer una bailarina por las ropas que traía, se corrió a un lado dejandole a la chica el espacio en el que más sombra daba, he hiso un gento amable invitandole al lado suyo.

— Por su puesto que sí — le sonrió suavemente dejando sus perfectos dientes a la vista por unos momentos, para despues volver hablar — Por favor tome asiento, no hay nada más que quisiera hoy que una hermosa compañía.